viernes, 10 de agosto de 2012

LIJIANG: La version Pingyao de un pueblo.

14/08/12

¿Ciudad anclada en el tiempo? No, ciudad antigua con constantes reformas y acondicionamientos por y para los turistas. Esta ciudad que una vez fue un pequeño pueblo Chino perdido en las montañas,  está separada del casco antiguo, que es donde radica su encanto.

Este conjunto laberíntico de casas está cruzado por un rio del que salen canales que atraviesan sus calles. Sus puentecitos, casas de madera y plazas han hecho que este lugar sea un hervidero de turistas. En este punto es muy similar a Pingyao. Casas antiguas bien conservadas repletas de tiendas de todo tipo. Esto es justo lo que no quiero.



Anoche llegué cansado y con dolor de cabeza tras 24 horas de viaje, y para colmo resfriado. Llevo un dia y medio sin probar bocado por mi estómago ya no quería vérmelas apurado durante el viaje.

Mi intención era irme este dia a hacer el trekkin del Salto del Trigre, pero me comentan que quizás esté cerrado porque las carreteras estén bloqueadas a causa de las últimas lluvias. De todas formas no me encuentro bien y me quedaré a reposar en la pensión.



A pesar mi mal cuerpo tengo que salir a comprar billetes para dentro de dos días hacia Guilin donde me espera Ismael. Así que me sumergo en el rio de gente de las calles de Lijiang y a esto que encuentro a Ángel, un valenciano que conocí en el Parque de los Pandas en Chengdu.

Me acompaña toda la tarde. Lio una buena para comprar los billetes y finalmente nos vamos a ver la ciudad con su novia Bea y Shue, una china estudiante de español que viaja con ellos. Disfrutamos de la parte alta de Lijiang y de las mejores vistas de la ciudad, acompañados de cerveza que por supuesto está a precios desorbitados. Sin embargo la situación lo merece.

Ya por la noche toca la típica cena con los compañeros del hostel: Flo (un francés viajero), Niko y Susi (dos autríacos que están viajando en bicicleta por China).

Es curisoso como cada noche, los habitantes del pueblo, frente a las puertas de sus casas, pongan incienso y coloquen unas especies de antorchas, para dedicarles plegarias o bailar alrededor del fuego, en una especie de rito mágico tibetano.

Al final toca retornar al hostel y curso acelerado de Kiriki. Mañana tambíen toca reposo.



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