GUILIN (II): Arroz, arroz, arroz...

18/08/12

Temíamos que nos comieran las chinches, pero la noche la echamos bien. Por la mañana de nuevo un desayuno fuerte a base de arroz (otra vez) y un guiso de patatas exquisito. Lo posterior fue un momento de tensión discutiendo el precio de toda la estancia. Finalmente todo acabó bien (al menos por nuestra parte).

 Continuamos nuestra ruta por los senderos de la zona que transcurrían por encima de las terrazas de arroz y desde donde el paisaje siempre era privilegiado. El sol acompañaba para obtener unas fotos alucinantes.

Los senderos están escoltados por una alernancia de bambus, plataneros y tejos. Una extraña mezcla montañera-tropical, que juntos a los arrozales, las tonalidades de verdes se multiplicaban exponencialmente.

Es curioso también el encontrarnos por los senderos de vez en cuando nichos de tumbas aisladas fuera de cualquier posible cementerio o recinto.


Por estos caminos, apenas hemos encontrado un puñado de turistas, casi siempre occidentales, que son los únicos que disfrutan de las largas caminatas.

Cuanto más bajamos más nos volvemos a encontrar rodeados de domingueros y turistas ocasionales.


 
Ya abajo, en la aldea de Dazhai descansamos un poco y nos cogemos el autobus de nuevo para Guilin.

Tiempo para sacar billetes, comer, ver el correo y coger otro autobús para Yangshou, un pueblo a 70 km de Guilin y que es otro de los puntos interesantes de la zona.