03/08/12 - 04/08/12
Para no comerme la cabeza aprovecho la mañana para visitar el Museo del Bosque de Piedra, lleno de famosos escritos de Confucio tallados en piedra, y una amplia variedad de esculturas. La verdad que no ha sido muy interesante. Me vuelvo a mi Hostel, no sin antes pararme en un centro comercial para hacer una "compra especial".
Dicho y hecho me voy a la estación de tren, ya que leí en algún sitio que tardaba media hora, mientras que el autobús tardaba unas dos horas y pico. Saco billete sin problemas, aunque me dicen que es sin asiento. Me da lo mismo, lo tomo igual, por 20 yuanes.
Ya conseguir entrar en la estación es una proeza de la gran cantidad de gente que mueven las estaciones. Cuando anuncian mi tren y veo la columna milenaria de personas ponerse en marcha, me aterra pensar en lo que me espera.
Con ellos tomo un Taxi hasta el parque. Son las 22:00h y nos preparamos para comenzar la subida. Flipo cuando veo que la familia va con ropa de diario, calzado de oficina y botellas de agua en mano! ...(que Budha los proteja).
El "Monte Hua" (Hua Shan), es una de las cinco montañas sagradas del Taoismo. Esta religión creía que en ciertas montañas vivían dioses subterráneos, por lo que construían en lo más alto santuarios de peregrinación para los que buscaban la inmortalidad o médicos tradicionales cuyo poder se acentuaba en este lugar.
Su punto más alto es un pico de 2.160 m, con un desnivel en subida de más de 1.500 m en 6 km, una tortura de rampas y escaleras para incluso las piernas más entrenadas. Pero lo más impresionante es el hervidero de gente que está subiendo el monte. Si no lo veo no lo creo, pero me da que más de 20.000 almas van de camino a la cima. El Monte Huà es muy famoso para los Chinos, que aunque no son en su mayoría ni Taoístas ni practicantes, pero tienen un gran respeto a este enclave ya que forma parte de su cultura.
El camino de escaleras, en su mayor parte, está sembrado de chiringuitos y pensiones, donde el agua está a precio de oro. A veces no se puede avanzar de la gente que hay. Detesto los lugares masificados.
A pesar de ello, la luna llena que acompaña durante el trayecto hace que el entorno parezca mágico. Tras cinco horas de marcha, me salto una valla para echarme a dormir una horilla en un lugar apartado hasta justo antes de que amanezca.
Ya en la cumbre Este no hay siquiera hueco. Sin embargo me hago sitio en un lugar recóndito y de nuevo siento que me sonríe la suerte. El día es soleado, y en un lugar donde el sol luce tan solo 50 ó 60 dias al año, la jornada fotográfica promete.
Hago migas con unos Chinos y me marcho con ellos para coger el telecabina que baja hasta la entrada del parque. Es caro, pero aún así, consigo el habitual descuento de "Hanyu Xuesheng". Hacemos escala y pillamos el tren sobre la marcha. La vuelta en tren con las constantes cabezadas es cuanto menos penosa. Pongo fin a una jornada bien trabajada. Mañana será otro dia.
Te mando un poco de envidia extrema. Por lo que acabas de hacer estás en el TOP 10 de mis aventureros favoritos, otra locura más y alcanzas a Indiana Jones. Un abrazo y vuelve de una pieza tito ;D
ResponderEliminarPD: Tengo aquí tu posta de París, con una foto del barrio de Montmatre destacando el Sacre Coeur
Sigue disfrutando!!!! =;o)
ResponderEliminarR!!