miércoles, 1 de agosto de 2012

HONG KONG (II): ...y al final de este viaje.

 24/08/12

Último dia en Hong Kong y del viaje. Hoy nos queda visitar el barrio de Central, lo que es la isla de Hong Kong y donde se concentran la mayor parte los más altos y prestigiosos edificios.

Esta vez hemos llegado temprano para hacernos una ruta a pie por las calles, donde ya hay un trafico denso de gente en todas direcciones que trabaja en las grandes oficinas. Muchas tiendas de comida rápida, mucha gente enchaquetada, mucho iphone e incluso mucho con prisa al que hay que esquivar. Se percibe la prisa y el estress de tal modo en que perder unos cuantos segundos de tu tiempo pueden condicionar tu vida en esta ciudad.

En las callecitas de Central también hay mucho contraste. Junto a grandes edificios, conviven pequeñas tiendas de antigüedades, de regalos y de comida. Estas calles tienen muchas cuestas, pues en esta parte de la Isla se levanta una gran falda hacia el pico Victoria, punto mas alto de esta zona.

En la ruta, incluimos la subida al barrio alto por unas escaleras mecánicas, que aunque divididas por tramos, tienen más de 800 metros de longitud, y 200 m de desnivel.

Desde alli proseguimos nuestra ruta pasando casualmente por el Zoo y el Parque Botánico, que son gratuitos (ya era hora). El zoo tiene fundamentalmente una variedad de monos con los que disfruté encantado con sus habilidades. Flamecos, grullas, mapaches... poco más, pero genial para un paseo fortuito.

Vamos en busca del funicular que nos lleve al Pico Victoria. Arriba hay un verdadero centro comercial para el turismo. Ya no hay sitio para esos miradores naturales y esas vistas orgullosas con las que regocigarse en soledad. Es lógico, un rio de gente toma fotos de una de las ciudades más colosales del mundo.

Intentamos subir al más grande de los rascacielos. El edificio del "Internacional Finance Centre". Para llegar a él tenemos que atravesar un kilómetro de centro comerncial, con pasarelas, escaleras mecánicas y finalmente un control de entrada, donde tras revisar nuestros pasaportes nos dan un pase especial tan solo para subir a la planta 55 de las 88 que tiene el edificio.

Tan solo hay una sala museo con la historia de Hong Kong y China, con replicas de billetes en circulación y las ventanas para tomar las respectivas fotos, poco más. Lo más gracioso fue saludar y bromear un poco con los limpiaventanas que bajaban por fuera hasta situarse delante nuestra. Todo por supuesto con mímica.

Descontrol, desorientación, cansancio...hora de tomar bocado en cualquier sitio. Después de eso, regreso a Kowloon, nuestro barrio; deambulamos un poco por la Avenida de las Estrellas para presentar los respetos a Bruce Lee (en realidad vine a Hong Kong buscando esto) y ya, derrotados, pero con la sensación de haber aprovechado el dia, nos vamos a descansar al Hotel (vamos a llamarlo así para olvidar las penurias).

Saldremos un rato esta noche, a gastar los últimos dólares y a disfrutar de la última noche de Hong Kong y también de este viaje tan tan largo.

Hace mucho que no digo eso de...  me voy a mi casa.

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