martes, 14 de agosto de 2012

HUANG LONG (黄龙): El dragón amarillo.

09/08/12

Próximo destino, el Parque Natural de Huánglóng. Casi tres horas de autobús para tan solo 120 km de distancia. Las carreteras comarcales están costantemente transitadas por camiones, autobuses de turistas y a veces bloqueadas por rebaños de Yaks y pastoreo de caballos.

Es aquí, en estas montañas donde la cultura Tibetana se hace muy presente, con multitud de santuarios repletos de banderolas multicolores en cualquier colina. El recorrido se hace entretenido por los paisajes de contrastes y montañas escarpadas que emergen tras cada curva. También los pasajeros son amables e interesados por mi presencia y siempre se agradece un buen rato de cháchara... por supuesto en Mandarin.

Manto de agua ladera abajo
Huànglóng, literalmente significa "Dragón Amarillo". Su nombre viene del rio que discurre por su valle, cuyo fondo está compuesto por un tipo de material que ya me explicaría perfectamente mi amigo Manuerra, y del que tan solo sé que está formado por carbonato cálcico y que a 3.000 m. de altura toma una textura arcillosa de color amarillenta parecida al alvero. El manto de agua que serpentea valle abajo hace que recuerde a un Dragón.

El precio de la entrada, como siempre, excesiva, pero esta vez si consigo el descuento de estudiante. En total me sale por 11 €. El autobús esperará 4 horas antes de regresar a Jiuzhaigou, aunque yo me bajo antes para irme hacia el sur (Songpan).

La impresión del poco tiempo disponible me hace entrar en prisas y realizar la subida de dos horas en tan solo hora y pico, en altura, e incluyendo las paradas obligadas para posar (...por ahora bien).

Este valle es muchísimo más pequeño que Jiuzhaigou. Con tan solo 7,5 km de profundidad y un desnivel de 400 m hasta su altura máxima que es de 3.500 m., la subida se hace sin dificultad.

Los caminos son todo pasarelas y escaleras de madera que suben junto al manto de agua que baja la ladera frondosa de vegetación tal como si el rio atravesara un bosque. Mas tarde comienzan las formaciones de pozas escalonadas y por último los lagos multicolores de turquesas, verdes y blancos. Hay un templo Budhista que está en lo alto del valle y que es foco de las visitas de los turistas.

Comparado con Jiuzhaigou, este parque sabe a poco, pero está mejor dispuesto para recorrerlo a pié, es menos cansado y está muy bien señalizado. Si no fuese por las más de 20 poses que te solicitan en todo el día (...ahora si que tengo cara de pocos amigos), este parque es un buen destino para invertir algo más de tres horas y disfrutar de un mundo multicolor en plena naturaleza.

Autobús, y parada en el pueblo de Chuanzhusi. Por suerte una familia tenía pensado lo mismo que yo y le esperaba un taxi. Me engancho con ellos (he tenido tela de potra) y nos vamos para Songpan. Comienza el reto de buscar alojamiento.

Tengo un problema. Todo completo o excesivamente caro. Negocio, renegocio, y consigo que me pongan un colchon en un pasillo por 50 Yuanes (6 €). Me conformo. Ceno con algunos viajeros, me doy una vuelta por el centro histórico y bromeo con los aldeanos.

Aquí en Songpan, conviven tres culturas: Mulsulmanes, Tibetanos y los Chinos comunes. Así que tras un intercambio de palabras, expresiones y risas, consigo tomar fotos a algunos de sus más variopintos nativos (que ya de por si es harto dificil). Ahora tan solo quiero descansar y mañana llegar a mi próximo destino: CHENGDU.

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